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martes, 29 de diciembre de 2015

CAPÍTULO XXV: mercados de navidad

Sábado, 5 de diciembre de 2015

Hoy fui a Estocolmo con Antía, Irina y Saúl. Allí visitamos el museo de historia natural y Skansen, que es una parte de Estocolmo (parecido a un gran barrio donde no vive gente), al que tienes que pagar para entrar y donde hay un mercado navideño.
El primer museo estuvo bien, aunque peor de lo que esperaba. Se trata de un museo enorme de historia natural de Suecia. Hay animales (no supe decantarme entre disecados o de plástico), los cuales habitan en Suecia, así como otras exposiciones.
Skansen es bonito, pero tampoco hay mucho que ver. El mercado de navidad no es nada del otro mundo. Lo único memorable para ver fue el ambiente. Mucha gente andando por las calles de este barrio, entrando y saliendo de las tiendas y con un ambiente festivo y muy alegre. El problema es que no nos pudimos quedar mucho tiempo más, pues como siempre, ya era tarde para el horario sueco.
Entonces nos volvimos. Esta noche cenamos todos juntos en Estocolmo. Estuvo bien. Una vez cenados volvimos cada uno a sus casas y a dormir hasta el día siguiente.

Domingo, 6 de diciembre de 2015

Hoy me pasé el día con la familia. No hicimos más que hablar y pasar el rato. 
Estuvo bien, pero para solo quedar un domingo cuando este transcurriese, me esperaba algo más novedoso.

  

jueves, 17 de diciembre de 2015

CAPÍTULO XXIV: comidas de comedor y idas de luz

Jueves, 3 de diciembre de 2015

Hoy el día transcurrió sin ningún tipo de percance. Fuimos a todas las clases excepto a química que no tuvimos que ir y en mates lo único destacable es que en vez de hacer mates, la profesora nos dijo que hiciésemos otras cosas, con lo que bajamos a la biblioteca a hacer un trabajo. 
Lo único que quiero reseñar del día de hoy es la mala comida del comedor. No entiendo por qué es tan difícil que haya buena comida en los comedores, pero si tengo que destacar el peor comedor en el que he comido es el del instituto en el que estudio aquí en Suecia. Encima vale 20 coronas cada comida (aproximadamente dos euros), lo que me parece un gran timo.

Viernes, 4 de diciembre de 2015

Me encanta tener solamente una clase en toda la mañana. Pero aún me gusta más que a esa clase no vaya la profesora y no tengamos que hacer nada. 
Lo único productivo que hice fue ver una película de Harry Potter con Antía, Saúl e Irina. Después de ver la peli volví a casa y me preguntaron si quería entrar un poco en la sauna, y yo claramente accedí. Pero justo cuando estaba cogiendo las cosas para ir, se apagaron todas las luces y el wifi. Se había ido la luz. Entonces me permití pensar que duraría cinco minutos y esperé. Pero no, duro más de dos horas y media. La cena no estaba hecha con lo que tuvieron que ir los padres a Norrtäljie (a veinte minutos) a coger comida porque no sabían cuanto tiempo íbamos a estar sin luz. Y a mitad de la cena iluminados únicamente con velas, volvió la luz. 
Me dí cuenta que sin electricidad y sin luz todo es mucho más difícil. Entonces me di cuenta que también aquellos que no tienen luz ni electricidad, o aquellos que ni siquiera tienen una casa donde cobijarse, son unos verdaderos valientes y unas personas que no se dan por vencidas muy fácilmente y que luchan todos los días sin saber muy bien que les puede esperar. Y entonces también me fije en la suerte que tengo yo en la vida, y en la suerte tengo por poder viajar y en ese momento lo único que quería era que todo el mundo tuviese las mismas oportunidades sin excepciones.

martes, 8 de diciembre de 2015

CAPÍTULO XXIII: días poco productivos y cuentas atrás

Lunes, 30 de noviembre de 2015

Vaya día... 
Desde que me acosté el día anterior ya sabía que el día siguiente iba a ser pésimo. Me acosté con dolor por todo el cuerpo. No dormí casi nada en toda la noche pero aún así me levanté para ir al instituto. No desayuné nada y lo único que hice fue pasar frío al salir de casa y coger la bici, pues pasada más o menos una hora de viaje decidí bajarme del bus y volver a casa. Estaba enfermo, y claramente fue el viaje en barco el causante de mi estado.
Me pasé la mañana en la cama. Dormí un rato y cuando desperté estaba ya mucho mejor.
La tarde me la pasé en la cama también, pero esta vez leyendo, estuve leyendo toda la tarde, sin exagerar. Y en nada cayó la noche, cené algo y me volví  a la cama. Vaya manera de acabar noviembre...

Martes, 1 de diciembre de 2015

Dormí mucho mejor y me sentí mucho mejor al despertar. Me desperté hasta alegre, pues la profesora de Sueco nos dijo que tenía una reunión y no hacía falta que fuéramos a su clase, que era a primera hora, con lo que no tuve que madrugar tanto como los otros días. 
El resto de la mañana transcurrió como siempre y hasta pude llegar pronto a casa. En contraste con el día de ayer, este, es infinitamente mejor, aunque eso de estar todo el día en la cama nunca está mal de todo.

Miércoles, 2 de diciembre de 2015

Hoy la verdad es que fue un día muy normal. No hicimos gran cosa, más que lo que se hace siempre en clase. La única cosa destacable es que la profesora de inglés sigue enferma y todavía no tuvimos que exponer el trabajo sobre los países de habla inglesa, con lo que lo tenemos que dejar para nuestra última clase de inglés de este intercambio, el lunes. La verdad es que ya me estoy empezando a deprimir por tener que empezar tan pronto la cuenta atrás, pero por otra parte estoy deseando llegar a Lugo y volver a ver a mis amigos y a mi familia de una vez por todas.





viernes, 4 de diciembre de 2015

CAPÍTULO XXII: repeticiones y mareos

Sábado, 28 de noviembre de 2015

El día no amaneció muy prometedor, y la verdad, que yo me lo estaba empezando a creer.
Yo ya sabía de antemano que tal vez me aburriera dado el hecho que íbamos a visitar Saúl, Antía, Irina y yo un par de museos que yo ya había visitado anteriormente.
De todas maneras me levanté y, como la noche anterior había planeado, hice el viaje en los buses sin ningún tipo de percance. 
Los museos fueron uno de "técnica", y otro sobre etnografía asiática. He de decir que me lo pasé como un niño en el primer museo, contradiciendome a mi mismo. Todo con amigos es más divertido. El segundo museo me pareció menos emocionante pero aún así me lo pase bien igual. Hicimos mucho el tonto y raro fue que no nos advirtieran alguno de los empleados de ambos museos que no podíamos seguir así. Ciertamente, me gustó haberme equivocado.

Domingo, 29 de noviembre de 2015

En todo fin de semana siempre tiene que haber un día en el que puedas dormir a tus anchan. En este, ese día fue hoy.
Me desperté tarde y desayuné lo que quise. Hoy me levanté con más alegría que el día anterior, dado que la familia que me acoge me dio la noticia que íbamos a ir en ferry a unas islas filipinas, donde ellos van a veranear. Salimos a eso de la una de la tarde hacia el puerto. Luego subimos al barco y este zarpó. El viaje fue un rollo. No cené casi nada porque el notable oleaje que hacía balancear el barco en todas direcciones me quitó completamente el apetito, a pesar de la buena pinta que tenía el buffet. En el barco me desilusioné un poco ya que me hizo recordar lo bien que me lo pasé con Saúl en nuestro viaje a Finlandia.
Al llegar a las islas el barco atracó y acto seguido volvió a zarpar, resulta que no nos íbamos a bajar en dichas islas, sino que fue una excusa para ir en ferry y comprar en un supermercado llamado "Tax Free" (más barato), que traduje yo como una buena excusa para coger un buen mareo. Aunque el viaje de vuelta fue un poco más llevadero pues el oleaje había amainado un poco, y pasamos el resto de este en el pub del ferry, donde personas unas pocas de personas mayores se pusieron a bailar al son de un piano. 




lunes, 30 de noviembre de 2015

CAPÍTULO XXI: baños de leche

Jueves, 26 de noviembre de 2015

Hoy madrugar no fue un problema, porque, sabiendo que es el único día que sales relativamente temprano y que no tienes clase de química todo se lleva mejor.
La clase de sueco fue muy llevadera. Nos lo pasamos muy bien intentando traducir un texto a español con la notable ayuda de la profesora una vez visto que los primeros intentos provenientes de nosotros fueron un fiasco. Una vez acabado de traducir el texto se acabó la clase. No tuvimos que volver a entrar a un aula hasta la hora de matemáticas (de 9:30 a 12:20). La clase de mates la pasamos entre los malditos números imaginarios que nos tienen locos a Saúl, a Antía y a mi.
Acabamos a la una y media y nos volvimos para casa inmediatamente.

Viernes, 27 de noviembre de 2015

Eso de no tener clase hasta las once menos diez alegra el día a cualquiera.
La clase de matemáticas ya fue desde el principio muy muy rara. Estuvimos esperando Saúl y yo a una Antía que nunca llegó, estaba enferma, desde ese momento supe que el día iba a cambiar rotundamente de la rutina. Esta clase la pasé entre, de nuevo, los números imaginarios e intensas miradas al reloj, que parecía que permanecía inmóvil durante toda la clase. 
Cuando por fin la profesora dijo: ladies and gentlemen, me llené por dentro de un gran alivió, la clase había acabado.
Fuimos inmediatamente al comedor que cerraba pasados diez minutos. El comedor esta casi vacío y estuvimos comiendo con los compañeros de clase. Las empleadas del comedor empezaron a recoger las mesas mientras comíamos, y, de repente, una de las empleadas tropezó muy cerca nuestra vertiendo todo el contenido que llevaba en los vasos sobre Saúl. Saúl quedo empapado por una mezcla de leche y agua. 
Bajo esta nueva circunstancia pensamos que Saúl no podía ir así a clase de gimnasia, pero como vive lejos, solo tenía dos opciones: o ir a cambiarse y perderse la clase de Educación física o estar toda la clase mojando apestando a leche.
Decidimos volver a casa, y yo lo acompañé. Se cambió y volvimos, pero en vez de volver al instituto, fuimos a Estocolmo, la clase ya había acabado y no teníamos nada más. En Estocolmo dimos un paseo con Antía e Irina y volvimos a casa. 
Como dije anteriormente, este día se iba a salir completamente de lo habitual. Fue un día muy raro, con muchos contratiempos y demasiadas emociones diferentes. Al llegar a casa me di cuenta de lo cansado que estaba. En la cama estuve un rato pensando que bien lo había pasado ese día.

CAPÍTULO XX: presentaciones y clases sin clase

Lunes, 23 de noviembre de 2015

Me estoy cansando de Singapur ya... El trabajo de inglés me está quitando mucho tiempo de mi vida. Entre hacerlo, rehacerlo y volverlo a hacer otra vez no tengo tiempo ni para comer (exageración), (exageración demasiado grande).
Bueno en todo caso si que me quita mucho tiempo, de hecho tengo que volverlo a hacer otra vez. Así como el trabajo de español, aunque este me llevó mucho menos tiempo y dedicación, ya que lo hice con Saúl, Antía e Irina, durante el gran recreo del lunes. 

Martes,  24 de noviembre de 2015

¿Como te quedas cuando te dicen que tienes que hacer un examen en un idioma que llevas estudiando medio mes dos horas cada semana que es totalmente nuevo para ti? Pensadlo, yo me quedé bastante intranquilo como mínimo. Pero bueno confío en que no sea muy difícil (no puede serlo, en teoría).
¿Y como te quedas si un profesor te dice que puedes dejar de ir a clase si haces un trabajo a cambio? Emociones fuertes del martes. La verdad es que cuando escuché estas palabras al salir de la boca de mi profesor de química me puse muy contento. ¿No tener que ir a clase en tres semanas que me quedan aquí a cambio de un trabajo de repaso? Acepto la oferta/reto.


Miércoles, 25 de noviembre de 2015

Que bien sienta que un profesor no vaya a clase y no tengas que madrugar tanto, pero aún sienta mejor tener tres horas el mismo día con ese profesor que falta.
No tener que madrugar, más tener un descanso de dos horas para comer y descansar entre las clases de la mañana y las de la tarde es la gloria. Todo esto compensó el tener que hacer un trabajo en español sobre España delante de una clase entera de más o menos 30 personas. Al menos yo estuve nervioso la media hora anterior a empezar, sentía como si mis tripas estuvieran llenas de piedras, pero una vez empezado el trabajo las piedras se fueron... hasta... acabar la presentación, que me acordé de la presentación de Singapur en clase de inglés, que tenía que haber tenido 2 horas después, con lo que estuve con los nervios a flor de piel dos horas enteras, leyendo y releyendo el maldito trabajo. Cuando por fin entramos en clase, la profesora, la agradable profesora de inglés, nos dijo que no teníamos que exponer hasta el lunes de la semana que viene, y bueno, en ese momento todos los nervios se fueron de mi ser, y me embriagó una misteriosa pero conocida alegría.

jueves, 26 de noviembre de 2015

CAPÍTULO XIX: arte moderno, jacuzzis y centros comerciales

Sábado, 21 de noviembre de 2015

Hoy fue un día muy emocionante. Fuimos a Estocolmo. Ir a Estocolmo siempre está bien la verdad.
Entramos en dos museos, uno sobre cultura asiática (japonesa, más que nada), y otra sobre arte moderno (arquitectura, pintura, fotografía y escultura moderna).
Madrugué más de lo debido, de hecho, una hora más pues había puesto el día anterior la alarma mal. En el momento que vi la hora al despertarme me sentí la persona más tonta del universo, pero después del desayuno que me tomé de casi una hora se me pasó cualquier asomo de sentirme idiota.
El museo de etnografía asiática no estuvo mal, pero no fue una cosa que me haya encantado. A este museo fuimos el primero.
El de arte estuvo mucho mejor. Las maquetas combinadas con las raras esculturas, las bonitas fotografías, los cuadros cubistas y todo los que nos reímos fue una mezcla explosiva con la que pudimos sobrellevar el frío y cualquier cosa que se nos pasase por delante.
Hubo una sala en la que nos lo pasamos especialmente bien. Esta sala estaba completamente vacía. Ni un mueble, solo personas. Lo que sí había eran unas lámparas en el techo, estas de color sepia daban un ambiente a la sala vacía muy extraño. Mirabas para cualquier lado y te parecía una fotografía vieja y estropeada por los años, como con un filtro tono sepia. Nos hicimos muchas fotos y nos reímos mucho más de ellas, estuvo guay.



Domingo, 22 de noviembre de 2015

Después del día de ayer cualquiera no está cansado. Aún así me levanté a las nueve.
Fui al nuevo centro comercial con Hanna y su familia. Este nuevo centro comercial está en Estocolmo, y cuando digo nuevo, me refiero a abierto hace una semana, con todo lo que eso conlleva: gente, ruido, no poder sentarse para comer, no poder sentarse para descansar para descansar, no poder entrar en los baños totalmente ocupados, aún más gente. Horrible. Pero se fue llevando. La verdad es que el centro comercial es grande y tiene un montón de tiendas interesantes, pero mejor ir pasados unos meses...
Cenamos con la familia, bueno, con los abuelos. Son muy majos pero no hablan mucho inglés, al menos eso me pareció. Y después de cenar con los abuelos vino lo más placentero, agradable y que me hizo sentir mejor de todo el día: el jacuzzi al aire libre. ¡Que bien se estaba allí dentro! Con -3 grados de temperatura, solo tu cara fuera del agua caliente, y con un buen batido en la mano. La verdad es que fue una situación muy agradable, allí sentados toda la familia, a la luz de la luna y con el cielo completamente despejado. Lo repetiría, sin duda.



domingo, 22 de noviembre de 2015

CAPÍTULO XVIII: patinajes y saunas

Miércoles, 18 de noviembre de 2015

A las ocho estaba en el instituto. Primero tuvimos matemáticas, donde empezamos con los números complejos para no perder el hilo (si no está ya perdido) con nuestra clase en España, antes de esto la profesora nos dio unos caramelos porque en clase estaban dando estadística, y para saber cuanta cantidad de cada color había en cada paquete, lo mejor, nos los dejó comer. A segunda tuvimos segunda lengua, a la que no tuve que ir porque no nos mando asistir el profesor, con lo que Antía y yo nos sentamos en una mesa y ella dibujó y yo me acabé el tercer libro de Harry Potter mientras comíamos los caramelos.
A tercera volvimos a tener mates y a última tuvimos inglés, donde a parte de hacer el trabajo sobre los países, nos examinó del libro de lectura.
Ya eran las cuatro cuando acabamos, con lo que nos fuimos cada uno a su casa y ahí acabó el día.

Jueves, 19 de noviembre de 2015

Empezamos la clase de sueco a las ocho y media. Estuvimos leyendo las redacciones que tuvimos que hacer sobre nosotros y nuestra casa de acogida. Luego tuvimos un gran recreo porque no vino el profesor de química (Peter), pues está en una asamblea en Gotemburgo. A la siguiente y última hora tuvimos matemáticas y, aunque aún fueran la una y veinte cuando acabó, nos fuimos cada uno a su casa, para poder descansar de la semana y adelantar trabajo de los institutos.

Viernes, 20 de noviembre de 2015

Hoy dormí, aunque no os lo creáis, nueve horas. No empecé el instituto hasta las once, con lo que no me tuve que levantar hasta las ocho, lo cual, aquí, es levantarse tarde. A primera hora tuve, como no, matemáticas. Luego comimos y fuimos al sitio de patinaje porque teníamos educación física.
Sinceramente pensé que patinaba mucho peor de lo que lo hice en la clase, porque hacía mucho que no patinaba sobre hielo, encima con un palo de hockey en la mano. La verdad es que me lo pasé muy bien, y me arrepentí bastante de habernos perdido y no haber ido la anterior vez a patinar en clase.
Cuando acabó gimnasia fuimos todos los españoles a casa de Antía a acabar de ver una película que dejamos a medias. Luego nos fuimos cada uno a sus casas, organizamos el día de mañana y me metí en la sauna que tienen mi familia de acogida en casa. Es la tercera vez que voy a la sauna en mes y medio, y la verdad es que me está gustando mucho. Luego ya cenamos y nos fuimos a dormir.
Bueno, la verdad es que cenamos con mucho lujo,porque cenamos carne de toro al horno, sobre una tabla de madera de roble, con patata, tomate y espárragos. 

jueves, 19 de noviembre de 2015

CAPÍTULO XVII: nuevas amistades

Lunes, 16 de noviembre de 2015

Lunes de nuevo..., me desperté a las cinco y media. Hice lo de todas las mañanas y salí a por el autobús. Llegué al instituto y estaba esperando Saúl. Esperamos por Antía y fuimos a inglés.
En inglés estuvimos haciendo unos trabajos sobre países (a mi me tocó Singapur), que tenemos que exponer el 23 de noviembre.
Luego tuvimos segunda lengua extranjera (francés), donde tuve que hacer una breve exposición sobre Antoine de Saint-Exupéry (autor de El Principito). Después de clase fuimos a el centro comercial a comer y pasar el rato (recreo de casi tres horas). Y la última clase fue biología donde no hicimos nada.
Cuando acabó nos fuimos cada uno a su respectiva casa. Cené y me metí en cama.

Martes, 17 de noviembre de 2015

A primera tuvimos matemáticas, donde nos dió el examen que habíamos hecho. La verdad es que estamos contentos por no suspender, aunque el examen fue fácil, nos costó lo suyo sacarlo.
A segunda tuvimos biología que estuvimos con el microscopio viendo las células de la cebolla y a última Peter no vino, con lo que no tuvimos química y en vez de salir del instituto a las cuatro salimos a la una y veinticinco.  
Los compañeros del instituto nos invitaron a ir al Täby centrum a pasar el rato, con lo que nos unimos y estuvimos un rato con ellos, fuimos al Expresso House a tomar el "fika", donde nos presentaron un bebida parecida a la Coca-cola, pero hecha en Suecia y que solo se vende en Navidad. Luego cogimos el bus y volvimos a casa. Ya en casa cené con Hanna y la familia y nos fuimos a la cama. 

martes, 17 de noviembre de 2015

CAPÍTULO XVI: descansos y reflexiones

Sábado, 14 de noviembre de 2015

Dormí de un tirón y bien, lo malo fue que me acosté tarde por lo de París. Me levante, eso sí, a la hora que quise (las diez de la mañana) y desayuné. 
La verdad es que este día nos compenetramos bastante bien la familia y yo, porque fue un sábado de descanso. Ellos se dedicaron a lo suyo y yo me dediqué a hacer deberes, estudiar y ver películas para desconectar. Después nos reunimos en la cena y tuvimos una charla curiosa. El padre, al parecer, había ido a ver a Madona a Estocolmo, con lo que cenamos sin él.
Después ya subí a mi habitación y me metí en la cama, porque aunque lo que hice no fue gran cosa, estaba bastante cansado a esas alturas del día.

Domingo, 15 de noviembre de 2015

A las siete ya estaba desayunando en la cocina. Os preguntareis por qué me levanté tan pronto un domingo. Bien, pues porque quedamos a las once de la mañana todos los españoles en el pueblo donde vive Saúl, que está a dos horas de viaje de la casa donde vivo. 
En Vaxholm visitamos el puerto antiguo, pero no tardamos mucho y cogimos de nuevo el bus y fuimos a casa de Antía. Allí lo único que hicimos fue hablar.
Luego cogí el bus de vuelta y llegué a eso de las siete. Cenamos, recogí mi habitación y me metí en cama.


sábado, 14 de noviembre de 2015

CAPÍTULO XV: hay humanos, pero no humanidad.

Viernes, 13 de noviembre de 2015

Si tuviera que resumir el día de hoy en una sola palabra, esta sería torpez.
No madrugué, fui al instituto, tuve clase de matemáticas, salí del instituto, fuimos a casa de Elin (sueca de Antía), vimos una película de dibujos animados, volví a casa, me pusieron otra película de James Bond, la ví y para acabar..., bueno, antes de nada debo decir que el día iba bastante bien, me lo pasé genial, vi dos películas, sin estrés, como cualquier viernes por la tarde en la vida de un estudiante. Pero ojalá fuese cualquier viernes.... como iba diciendo, y para acabar, París.
¿Por qué torpez? Bueno, es simple. En mi opinión, no deberíamos chocar con un obstáculo si con este ya chocamos en algún lugar del pasado. El ser humano, según dicen, es el único ser conocido que "tropieza dos veces con la misma piedra". Y esto, esto lo que pasó hoy. 
En teoría venimos todos del mismo sitio, tenemos dos manos, dos pies, dos ojos, una boca, lo único que nos diferencia es la manera de pensar y actuar en consecuencia. Yo no digo que haya gente mejor o peor, no somos diferentes por ser ricos o pobres, ni por tener el pelo negro o rojo. Pero a la vez no somos iguales. Nadie es un clon del otro, aunque así nos haga ser la sociedad.
Con esto quiero decir que somos diferentes pero también somos iguales. Para mi, todos somos iguales de manera generalizada hasta que, siendo consciente de tus actos, haces que gente deje de ser gente. Para mi la gente que acaba con una persona, ya sea por rencor,  por creerse superior, por un ser superior o por, rayos, cualquier cosa, deja de ser gente para acabar siendo nadie. Por eso quiero decir que estoy con las familia de los parisinos, los sirios, los libaneses, los bagdadíes, de los alemanes, los indios, los chinos, los estadounidenses, los españoles, de los americanos, los europeos, los asiáticos, los africanos y los oceánicos que han perdido un ser querido por culpa de estos nadie.  
Espero que algún día, dejemos de ser torpes, y dejemos de tropezar con el mismo obstáculo una y otra vez que son las guerras y las muertes de seres inocentes.
Hoy es un día para recordar en la historia como un día que debería enseñarnos muchas cosas que tal vez, no seamos capaces de ver.

CAPÍTULO XIV: días por Estocolmo

Miércoles, 11 de noviembre de 2015

Como todos los miércoles madrugué. Bueno no, hoy me levante con una sonrisa fuera de lo normal en la cara. Además, este día comenzó así:

Eso, a las cinco de la mañana ya estaba de pie. Me preparé, cogí mis cosas y me fui solo en la bicicleta a la parada de bus. Hice las casi dos horas de viaje y llegué al instituto.
A primera tuve matemáticas y a segunda francés. La verdad es que estas dos clases se me pasaron bastante rápido. En francés estuvimos en una de las aulas de informática porque tenemos que hacer una presentación sobre un escritor francés (yo escogí Antoine de Saint-Exupéry, autor de "El principito"). Cuando acabó la última clase nombrada ya eran las once y diez, y esta el la razón por la que esa sonrisa apareció en mi cara al despertarme: ya no teníamos más clase en toda la mañana, con lo que pudimos ir a Estocolmo.
En Estocolmo lo único que hicimos fue pasear por una de las calle más populares del lugar, donde hay como seis H&M seguidos. La calle estuvo abarrotada de gente desde que llegamos hasta que nos fuimos. En Estocolmo también comimos. A la hora de marchar fuimos a la estación de buses y ya salimos directos a casa.
Llegué a la hora de cenar, con lo que cenamos y luego ya me metí en la cama.

Jueves, 12 de noviembre de 2015

Me volví a levantar con la misma sonrisa del día anterior. Esta vez el viaje de ida lo hice junto a Hanna.
A primera hora tuve sueco. En sueco hablamos más que nada de lo que íbamos a hacer por la tarde con la profesora, luego, hicimos un repaso rápido de lo que llevamos viendo hasta ahora. A segunda hora tendría que tener química, pero no tuvimos que ir porque iban a presentar un trabajo que hicieran antes de que nosotros llegáramos, por lo que no nos interesaba y nos dejó marchar. 
Salimos de nuevo hacia Estocolmo a eso de las diez. Llegamos y nos pusimos a dar un paseo por una zona que se llama Slussen con el objetivo de encontrar unas casas antiguas y típicas que nos recomendaron por lo bonitas que son para ver, pero no las encontramos ni después de hora y media caminando.
Luego fuimos a comer. Después fuimos a un edificio que ahora mismo no recuerdo el nombre (cerca de donde comimos) donde una mujer nos explicó de una forma muy amena y divertida con un mapa de la parte de la ciudad donde estábamos, la historia de cómo pasó de ser una zona industrial a ser un barrio ecológico sostenible. Esta zona se llama Hammarby Sjöstad y fue premiada con el premio Green City. Después de esta interesante charla volvimos al sitio donde comimos y dimos un paseo por ahí, viendo las tiendas y el ambiente de esa parte de Estocolmo.
Volvimos a casa y cenamos. Luego me metí en la cama.

CAPÍTULO XIII: comienzos odiados

Lunes, 9 de noviembre de 2015

¿Por qué sea el país que sea, siempre he odiado los lunes?
A pesar del fin de semana intenso que tuvimos y de haberme acostado a las doce de la noche conseguí levantarme a las cinco de la mañana.
Hice lo de siempre: ducharme, desayunar, arreglarme, coger el bus, dos horas de viaje, llegar al instituto, dedicarme a atender en clase e interaccionar todo lo que pude, comer, y volver a casa.
La verdad es que pensé que no iba a caer en una rutina por dos meses que estoy aquí , pero al parecer si. De todas formas no me importa mucho porque me lo paso bien cada día con lo que se va llevando, además. estar en suecia da una emoción importante al asunto.
Y en esto se resume mi lunes. Se que no es mucha cosa, pero en realidad me lo paso bien.

Martes,  10 de noviembre de 2015

Como todos los martes madrugué, desayuné, me duché, salí de casa, cogí la bicicleta, llegamos a la parada de autobús y... nos llevó el padre de una amiga de Hanna. Como hicimos el viaje hasta el instituto en coche lleva menos tiempo, y llegué como cincuenta minutos antes de que empezasen las clases. 
Después llego Irina y por último Saúl y Antía. Fuimos a clase de sueco, luego a mates, luego a biología y por último a química, el cual nos dejó salir antes (casi dos horas antes de que acabase la clase, estaban en examen que no tuvimos que hacer). Así que fuimos a la parada de bus, lo cogimos, y otras dos horas de viaje de vuelta a casa. Llegué y me puse a estudiar un poco para el instituto de Lugo. Luego cené y me metí en la cama.

lunes, 9 de noviembre de 2015

CAPÍTULO XII: películas y más películas

Sábado, 7 de noviembre de 2015

A eso de las doce de la mañana/tarde decidí levantarme. Desde las seis que nos acostamos hasta las doce que nos levantamos me debí despertar y quedar dormido sucesivamente como diez veces.
Desayunamos juntos y nos duchamos. Luego recogimos la casa un poco y cuando estábamos a punto de salir nos cambiaron los planes y perdimos el bus, con esto quiero decir que Unni nos dijo que a la noche siguiente no podíamos dormir en su casa, con lo que cambiaron los planes drásticamente. Aún así salimos de casa y fuimos a otra parada de autobús a eso de dos kilómetro para cogerlo y ir a Norrtäljie. A la mitad del camino nos dijo Elin (sueca de Antía) que nos podíamos quedar a dormir en su casa, y la verdad es que nos salvó un poco la vida. Cogimos el bus hacia Täby y en cincuenta minutos llegamos.
Fuimos al supermercado y cogimos una pizza, bebidas, chocolate y patatas. Al llegar a casa preparamos la pizza, unos macarrones y cenamos en la terraza. Luego estuvimos hablando un rato en el sofá y pusimos otra película de terror psicológico. Esta si que no la había visto y me asusté bastante. Luego pusimos una de dibujos animados para relajar un poco el ambiente que me encantó y en nada ya eran las cuatro de la mañana, con lo que nos metimos en la cama (bueno, Saúl y Antía en la cama e Irina y yo en el sofá) y nos quedamos dormidos al momento.

Domingo,  8 de noviembre de 2015

Confirmado, el sofá es mucho más cómodo que el suelo.
A las once de la mañana ya estaba despierto. Estuve haciendo un poco el tonto en el sofá, pero a eso de las 11.30 ya me levanté a hacer el desayuno. Volvimos a desayunar todos juntos y luegonos arreglamos y nos vestimos.
Salimos de casa con tiempo para coger el bus en Täby centrum. Al llegar a Täby centrum cogimos el bus, y al cabo de un tiempo nos dimos cuenta de que no sabíamos donde estábamos, sí, habíamos cogido el bus que no era. Quedáramos con Hanna y su familia en Norrtäljie a las 14.35, y con el bus que teníamos que haber cogido llegábamos bien, pero como lo perdimos... De todas formas  pusimos el Google maps y llegamos a coger otro bus y solo llegamos cinco minutos tarde al encuentro.
Ya en Norrtäljie nos encontramos con Hanna y nos metimos en el coche de Hakan (el padre) para ir a la bolera. En la bolera tuvimos una linea para nosotros cuatro solos (los españoles) y la verdad es que nos lo pasamos bastante bien. Después nos despedimos y cada uno fue para su casa.
En casa cené con la familia y hice la redacción de inglés. Luego me metí en la cama.

domingo, 8 de noviembre de 2015

CAPÍTULO XI: escaladas y trasnochadas

Viernes, 6 de noviembre de 2015

Los viernes son los días de la semana que más me gustan. No tengo que madrugar, tenemos cuarenta y cinco minutos de tutoría, luego matemáticas y educación física.
Tutoría empieza a las 10.00 de la mañana, pero este viernes no tuvimos que ir porque estuvieron haciendo como una evaluación de cada alumno, y nosotros como llevamos poco tiempo no nos podían decir nada. A segunda hora matemáticas, examen en este caso. El examen fue bastante fácil, pero más que nada era un examen para reflexionar y pensar, por lo que nunca sabes si te salió bien o no. A última hora tuvimos gimnasia, y esto si que fueron las risas. 
El día de hoy tocaba escalada. Dividieron la clase en dos mitades. En la segunda mitad estuvimos Saúl, Antía y yo. Mientras la primera mitad de la clase escalaba, nosotros jugamos al hockey sala. Saúl y Antía metieron un gol cada uno. Después de un tiempo nos tocó escalar y tuvimos que hacer grupos de tres, con lo que fuimos juntos. 
La primera en subir fue Antía, mientras, yo tenía el otro extremo de la cuerda. Antía al principio fue subiendo bien, pero a medida que iba subiendo más y más lo iba pasando peor y peor. Hubo un momento en el que llegó a un punto en el que no pudo subir más con lo que estuvimos animándola para ver si conseguía seguir subiendo, pero al final quiso bajar y la bajamos.
El segundo en subir fue Saúl, y la que la agarraba fue Antía. Saúl al principio le costó más empezar, pero nada, fue solo el principio porque a medida que iba subiendo lo iba haciendo mejor. una vez casi arriba de todo llegó a un punto donde no encontraba donde agarrarse, con lo que se empezó a agobiar y después de unos minutos más intentándolo decidió bajar.
El último en subir fui yo, y el que me sostuvo fue Saúl. Yo subí sin complicaciones hasta arriba, pero al bajar, como había que bajar haciendo rafting, pues bajé haciendo rafting, pero como peso más que Saúl, con cada impulso que daba, es se elevaba un poco y casi sale volando. A pesar de todo fue bastante gracioso y nos lo pasamos muy bien.
Al salir de clase fuimos directamente a la estación de autobús porque fuimos a dormir a casa de Unni (sueca de Irina), y quedaba poco para el último bus.
Al llegar nos pusimos a jugar al Monopoly, donde claramente ganó Saúl. Luego jugamos a un juego de una torre y después vimos dos películas de terror psicológico que ya había visto. Mientras hacíamos todo esto comíamos chocolate, galletas, patatas y gominolas como cena. Cuando acabó la última película nos metimos en los sacos de dormir y nos acostamos en el suelo del salón, debían de ser las seis de la mañana.

CAPÍTULO X: la rutina

Domingo, 1 de noviembre de 2015

El día siguiente de uno de los viajes de mi vida no se madruga. Me levanté a eso de las 10, pues no había dormido nada los días anteriores y además era domingo. Bajé a desayunar y luego subí a recoger la habitación.
Estuve toda la mañana con el ordenador y a eso de la una de la tarde me invitó el padre a ir a correr por el monte con él. Estuvo bien pero me cansé bastante porque el recorrido fue entre árboles y con un desnivel importante, además de todas las piedras que tuve que esquivar. Después dejé al padre dando otra vuelta mientras yo seguía con mi propio entreno. Luego llegué a casa y comimos algo.
Cuando acabamos subí a estudiar un poco el temario del instituto de Lugo (matemáticas y química más que nada) y no paré hasta la hora de cenar. A eso de las cuatro cogimos el coche y nos fuimos a cenar a un sitio del cual no me acuerdo el nombre con la familia de Asta (madre de Hanna) para que yo los conociese. Cené una pizza bolognesa porque la carta estaba en sueco y fue lo único que entendí. La familia de Asta la verdad es que me pareció muy maja, allí estaba la abuela de Hanna, la tía y su marido, la prima con su novio y su hijo y luego estaba Hanna, su madre, su padre, sus hermanos y yo.
Al acabar de cenar cogimos otra vez el coche y volvimos a casa, pero más o menos por la mitad del camino nos paramos en un cementerio a visitar la tumba del abuelo por parte materna de Hanna para ponerle una vela. Después ya nos fuimos a casa y nos acostamos todos.

Lunes-jueves, 2-5 de noviembre de 2015

Esta semana ha sido la semana más tranquila desde que estoy aquí. No pasó nada fuera de lo normal, solo seguimos la rutina de todos los días. Madrugar, dos horas de bus para ir, estar en clase hasta que anochece, volver a hacer las dos horas de autobús, cenar y acostarse hasta el día siguiente.
Lo único así destacable de esta semana fue que por fin pudieron contactar por Skype mis padres y los padres de Hanna.
Podría escribir la rutina de cada día pero es siempre lo mismo y sería aburrido, por lo que esta semana la junto entera y no suelto un rollo que no tiene ningún fin.


martes, 3 de noviembre de 2015

CAPÍTULO IX: Finlandia

Jueves, 29 de octubre de 2015

Cuando el año pasado me dijeron que tenía una pequeña posibilidad de venir a Suecia de Erasmus dos meses no tenía ninguna esperanza en venir. Ahora que estoy aquí creo que al cabo de más o menos 17 días lo voy asimilando. Pero ahora me viene una posibilidad más, tengo la oportunidad de ir a visitar la gran capital de Finlandia, Helsinki. Y eso si que todavía no me lo creo.
Me levanté medio "shockeado", con una conmoción bastante importante. Eran las ocho de la mañana (no tenía porqué madrugar, pero no pude dormir más), bajé a desayunar (no desayuné casi nada, no pude desayunar), y me vestí la ropa que había preparado el día anterior. Estuve un rato hablando con mis amigos y luego cogí la maleta y la mochila y bajé. Me invitaron a un café (realmente necesario) y a unas galletas. Cogí la maleta, la metí en el coche del vecino y arrancamos dirección parada de bus. Cogí dos buses y llegue a Estocolmo. Estuve esperando por Saúl y la familia de Amy (correspondiente de Saúl) como diez interminables minutos y al fin llegaron.
Cuando llegamos al puerto cogimos los billetes y tuvimos que esperar unos 60 minutos, estos si que inacabables, para subir al ferry.

Cuando ya por fin subimos al ferry estuvimos dando vueltas y viendo más que nada los pasatiempos que había en el ferry, entre ellos un casino/escenario para orquestas y espectáculos, tiendas de ropa y electrónica y un tax free (supermercado libre de impuestos). Después de un rato bajamos a cenar al buffet (me llené de comida, no había comido nada en todo el día) y luego nos fuimos a acostar, porque la franja horaria de Finlandia es una hora más, es decir, cuando son las dos pasan a ser las tres, con lo que dormiríamos una hora menos. Además para tomar el desayuno en el buffet tenías que madrugar, y como venía incluido con el ticket, pues madrugamos.

Viernes, 30 de octubre de 2015

¿Sabes esa sensación de mareo cuando estás tumbado o sentado y de repente te levantas muy rápido? Pues la tuve yo toda la noche.
El barco no paró el motor por la noche, como es obvio, con lo que había un ligero tembleque que hacía la acción de dormir una misión imposible. No dormí nada en toda la noche, con lo que me dio tiempo a reflexionar muchas cosas, como por ejemplo si sentía algo diferente por estar en un país nuevo, y saqué la conclusión de que te sientes la misma persona excepto por una cosa, todo te sabe a mucho. Y con esto quiero decir que todo (o casi todo) es nuevo, pues no paras de sorprenderte y al final te sientes como si supieses más, te cambia el modo de ver las cosas, e incluso empatizas con algo o alguien que a lo mejor te resultaba imposible de creer. Y sobre todo te abre realmente los ojos. 
Me "desperté" (levanté de la cama) a eso de las ocho hora finlandesa, y me duché en la reducida ducha del camarote. Bajamos a desayunar al buffet (me di cuenta que adoro los buffets) y nos llenamos de bollos y café. Después Saúl y yo estuvimos en una cafetería del ferry tomando otro café esperando a llegar de una vez a Helsinki.
Y a eso de las nueve y media llegamos por fin. Bajamos del ferry y fuimos directos a ver el centro de información con la familia. Nos recomendaron coger un bus turístico que diese un rodeo por la ciudad ya que es la forma más rápida de ver los sitios más importantes en el poco tiempo que teníamos. También cogimos un mapa y preguntamos por sitios y calles por los que ir a comprar para la familia sueca, pues ya había ido a Helsinki más de una vez.
Salimos del centro turístico y fuimos en busca de la estación de autobuses, la cual no encontramos, y nos tuvimos que conformar con coger un tranvía que daba un rodeo por la ciudad para ver los sitios a los que elegiríamos ir. Después de un tiempo en el tranvía (a eso de las once de la mañana) bajamos para comer a un italiano, donde nos llenamos de pasta. Cuando acabamos nos despedimos de la familia y fuimos Saúl y yo andando, mapa en mano, por las calles de Helsinki, viendo los edificios más importantes y que consideramos demasiado bonitos.
Fue un paseo de más o menos dos horas, pero como queríamos ver tanto no nos llegaba el tiempo, con lo que aceleramos mucho el paso. Con este cambio nos dio tiempo a dar un buen rodeo a Helsinki (las zonas que nos parecieron más importantes, obviamente nos quedó mucho por ver, con lo que tengo citado alg

ún día otro viaje a esta gran ciudad). Vimos muchas cosas, entre ellas la catedral, la biblioteca, el jardín botánico, la estación y más edificios impresionantes a los cuales saqué fotografías sin parar.
Al final llegamos al punto de partida y quedaba media hora para la hora en la que habíamos acordado quedar en el ferry, con lo que decidimos descansar un poco, pues el paseo había sido demasiado largo e intenso. Entramos en un sitio muy bonito y nos tomamos cada uno un buen café con leche.
Llegamos al barco y fuimos directos al spa a relajarnos un poco. Estuvimos una hora y media a remojo entre la sauna y el jacuzzi. Después ya cenamos, pero no en el buffet, ya que el ticket solo incluía tres comidas y decidimos dejarla para el desayuno. Luego fuimos al escenario donde había una orquesta y donde nos tomamos una bebida de sirope de limón y de fresa muy buena.
Para acabar nos fuimos al camarote para acostarnos que estábamos muy cansados, pero como no, no pude dormir casi nada.

Sábado, 31 de octubre de 2015


Hoy dormimos una hora más, por eso del cambio horario entre países, pero solo fue una hora más de sufrimiento continuo por no poder dormir, gracias ferry.
Con todo a las ocho estábamos en pie. Bajamos al buffet y me llené a cafeína para poder sobrevivir y llevar un poco mejor el día. Llegamos a Estocolmo a eso de las nueve y media. Montamos en el coche y me dejaron en una parada de autobús para cogerlo e ir hacia casa. Ya en casa estuve hablando con la familia sueca sobre el viaje y con mis amigos también, después cenamos y me metí en la cama para recuperar tantas horas de sueño perdidas estos dos días.
A pesar de no haber dormido casi nada y de tener los labios todos agrietados por el frío en Helsinki mereció mucho la pena. Helsinki es una ciudad preciosa, y tiene una esencia que cautiva mucho, así como sus habitantes. Y bueno el viaje en barco la verdad es que me lo pasé bastante bien o sea que no me puedo quejar de nada. Doy gracias a la familia de Amy por invitarme y se que algún día voy a volver a Helsinki, me he enamorado de la ciudad.

sábado, 31 de octubre de 2015

CAPÍTULO VIII: días ignorantes y días cultos

Martes, 27 de octubre de 2015

Hoy me sentí como en casa. Pero no como en casa un día normal, sino como en casa un domingo de lluvia que te pasas todo el día sin salir.
Pues así discurrió mi martes de vacaciones:
Me levanté a las ocho de la mañana, y diréis, ¿por qué a las ocho si no tienes clase? Porque íbamos a ir a un museo en Norrtälje. Entonces me vestí, bajé a desayunar y subí a recoger mi habitación. Cuando estaba apunto de salir de la habitación para ir a la salida de la casa, llama Hanna a mi puerta y me dice que nada, que hoy no hay museo, que Eric (un amigo de Hanna) esta enfermo, y ya podéis imaginar la cara de tonto que se me quedó. Pero de todas formas les dije que no pasaba nada (porque en realidad no pasaba nada). Por cierto, hoy se quedó a dormir el novio de Hanna en casa.
Estuve toda la mañana sentado en el escritorio con el ordenador sin hacer nada productivo, hasta que me dí cuenta de que eso no podía ser y me puse a mirar apuntes que me mandaron mis amigos del instituto de Lugo.
Después bajé a comer unas tostadas que me hice (pues no había nadie en casa), y luego volví a subir a mi habitación. Me cambié de ropa y salí a correr un rato. Después me duche y cenamos todos juntos. Hablé con mis amigos por Skype y me fui a la cama.

Miércoles, 28 de octubre de 2015

A las diez de la mañana estaba ya en la ducha. Desayuné y recogí mi habitación. Esperé a Hanna y salimos a coger la bicicleta para, unos instantes después, subir al autobús.
Después de 2 horas de viaje llegamos a Estocolmo (Tekniska Högskolan) y nos encontramos a Kerstin (madrina de Hanna). Según la información que me dio (la información que entendí) ella trabaja en un museo sobre etnografía, con lo que intuyo que le gusta ese tema. Cogimos el metro y fuimos a un museo sobre técnica, un museo donde puedes observar la evolución de diversos objetos (bicicletas, teléfonos,  calculadoras, rayos-X y hasta la evolución de los bolígrafos), así como nuevas formas de tecnología. Un museo muy interesante y para todos los públicos. Después de casi dos horas y media en este museo salimos y justo enfrente nos encontramos con un museo de etnografía (no era el que trabajaba), nos preguntó si queríamos verlo y le dijimos que si, con lo que entramos. Este museo trata sobre eso, etnografía. Sobre las diferentes culturas de las diferentes etnias o dicho muy vulgarmente "razas". En este museo en concreto trataban la cultura japonesa, la india, la africana y la sudamericana. Como ya era tarde solo dimos un pequeño paseo por sus salas.
Nos despedimos, hicimos todo el recorrido de transportes públicos a la inversa y llegamos por fin a casa.
Ya en casa cenamos y me puse a hacer la maleta para el viaje que emprendía al día siguiente. Cuando acabé, me metí en la cama.

martes, 27 de octubre de 2015

CAPÍTULO VII: los plenos y lunes sin clase

Domingo, 25 de octubre de 2015

Dormí hasta las nueve de la mañana. Después me duché, hice la cama y bajé a desayunar. 
En un principio hoy íbamos a ir a jugar a los bolos a las dos de la tarde. Entonces estuve preparándome para dejar todo hecho antes de irme a jugar. A eso de las doce vinieron los vecinos y los abuelos a tomar el fika a casa, y trajeron galletas, con lo que no me pude resistir a la tentación de un buen café con galletas. Al acabar el fika Hanna me dijo que no podíamos ir a la bolera hasta las cinco de la tarde con lo que le dije a Antía y a Saúl que no cogieran el bus hasta después, pero ya era tarde, con lo cual quedamos aun así a las dos en Norrtälje. 
A eso de la una y media de la tarde me volví a encontrar a Hanna y me volvió a dar otra mala noticia, sí, hoy no íbamos a ir a jugar a los bolos, con lo cual se lo dije a Antía y Saúl. A pesar de todo quedamos a las dos y media en Norrtälje, para ir a Täby al centro comercial a comer (ya que ellos no habían comido nada desde el desayuno). 
Después de una hora y media de viaje llegamos, y fuimo (como no) al MacDonald's. Allí ellos comieron y yo me tomé unas golosinas que me había comprado. Después de cenar estuvimos dando unas vueltas por el centro comercial y a eso de las cinco volvimos al autobús. Con todo esto del cambio horario, ahora anochece a las cinco de la tarde más o menos.
Después de las dos horas de viaje llegué a casa a las ocho. En casa ya habían cenado, con lo que me tomé una fruta y un yogurt y me metí en cama listo para dormir.

Lunes, 26 de octubre de 2015

Hoy me desperté a las diez de la mañana. No había nadie en casa, con lo que me duché, y bajé a desayunar. Probé el yogurt de vainilla con cereales y me encantó, de hecho lo voy a desayunar todos los días. Después de desayunar fui a hacer la cama y recoger la ropa que tenía por ahí tirada. Por cierto... hoy no tengo clase porque es vacaciones, bueno, ni hoy, ni mañana ni hasta dentro de una semana. 
Estuve toda la mañana holgazaneando sin hacer nada, excepto leer. A la tarde no comí porque había desayunado mucho y muy tarde, con lo que me vestí con la ropa adecuada y me fui a correr.
Salí a eso de las tres, y acabé a las cuatro de la tarde, y para mi sorpresa estaba ya casi anocheciendo. Me fui a casa, cenamos y me metí en la cama después de estar un rato con el ordenador


lunes, 26 de octubre de 2015

My swedish class: II

This is what I learn in my second swedish class.

Numbers
Noll-----Zero
En/ett-----One
Två-----Two
Tre-----Three
Fyra-----Four
Fem-----Five
Sex-----Six
Sju-----Seven
Åtta-----Eight
Nio-----Nine
Tio.....Ten
Elva-----Eleven
Tolv-----Twelve
Tretton-----Thirteen
Fjorton------Fourteen
Femton-----Fifteen
Sexton-----Sixteen
Sjutton-----Seventeen
Arton-----Eighteen
Nitton-----Nineteen
Tjugo-----Twenty
Tjugoett-----Twenty one 
Tjugotvå-----Twenty two
Tjugotre-----Twenty three
Tretti-----Therty
Fyrtio-----Forty
Femtio-----Fifty
Sextio-----Sixty
Sjuttio-----Seventy
Åttio-----Eighty
Nittio-----Ninety
Hundra-----One hundred
Hundtvå-----Two hundred
Tusen-----One thousand
Enmiljion-----One million

The school
En skola-----A school
Ett klassrum-----A classroom
En lärare-----A teacher
En elev-----A pupil
En lektion-----A lesson
En läxa-----Homework
En penna-----A pen
Ett suddgummi-----A rubber
En linjal-----A ruler
En bok-----A book
Ett paper-----A paper
Ett block-----A notebook
En pärm-----A folder
Ett lexikon-----A dictionary
Ett bord-----A table
En stol-----A chair
Ett fönster-----A window
En tavla-----A blackboard
En klocka-----A clock
En väska-----A handbag
En ryggsäck-----A bag

Esto es lo que aprendí en mi segunda clase de sueco

Numeros
Noll-----Cero
En/ett-----Uno
Två-----Dos
Tre-----Tres
Fyra-----Cuatro
Fem-----Cinco
Sex-----Seis
Sju-----Siete
Åtta-----Ocho
Nio-----Nueve
Tio.....Diez
Elva-----Once
Tolv-----Doce
Tretton-----Trece
Fjorton------Catorce
Femton------Quince
Sexton-----Dieciséis
Sjutton-----Diecisiete
Arton-----Dieciocho
Nitton-----Diecinueve
Tjugo-----Veinte
Tjugoett-----Veintiuno 
Tjugotvå-----Veintidós
Tjugotre-----Veintitrés
Tretti-----Treinta
Fyrtio-----Cuarenta
Femtio-----Cincuenta
Sextio-----Sesenta
Sjuttio-----Setenta
Åttio-----Ochenta
Nittio-----Noventa
Hundra-----Cien
Hundtvå-----Doscientos
Tusen-----Mil
Enmiljion-----Un millón

El colegio
En skola-----Un colegio
Ett klassrum-----Una clase
En lärare-----Un profesor
En elev-----Un alumno
En lektion-----Una lección
En läxa-----Unos deberes
En penna-----Un bolígrafo
Ett suddgummi-----Una goma
En linjal-----Una regla
En bok-----Un libro
Ett paper-----Un papel
Ett block-----Un cuaderno
En pärm-----Un archivador
Ett lexikon-----Un diccionario
Ett bord-----Una mesa
En stol-----Una silla
Ett fönster-----Una ventana
En tavla-----Un encerado
En klocka-----Un reloj
En väska-----Una bolsa
En ryggsäck-----Una mochila



CAPÍTULO VI: laberintos y (no) pérdidas de tiempo

Viernes, 23 de octubre de 2015

Aunque no os lo creáis no madrugué, sí, no madrugué. Me levanté a las siete de la mañana, bueno, en realidad esa fue la primera vez que me desperté, porque después de desayunar me tumbé en la cama y me dormí, pero solo fueron diez minutos de profundo sueño. Después de este segundo despertar me di un poco de prisa y llegué perfectamente a la parada de bus.
El viaje, como no, lo pasé leyendo. Al llegar bajé del autobús y me encontré a Saúl por casualidad, con lo que fuimos juntos hasta el instituto. En el instituto la primera "clase" que tuvimos fue tutoría, pero en este instituto a veces hay espectáculo de los de artes, con lo que hoy tocaba concierto, pero Saúl y yo decidimos no entrar en el auditorio porque estaba demasiado lleno. Después nos encontramos con Antía y se quedó con nosotros tomando un café y un bizcocho especial Halloween preparado por unos alumnos del instituto por veinte coronas suecas (más o menos dos euros) muy ricos.
La segunda clase que tuvimos fue matemáticas. Y la tercera fue educación física, a la que no fuimos porque no encontramos el sitio donde teníamos que tener patinaje.
Después de estar más de una hora perdidos buscando el pabellón de patinaje, nos rendimos y cogimos un autobús hacia Estocolmo. Allí estuvimos en una librería de ciencia ficción casi toda la tarde (Antía se compró un manga muy interesante). Cuando salimos fuimos a tomar un café y después nos fuimos directos al metro para llegar a casa. Ya en casa cené, hablé con mi familia y me metí en la cama.

Sábado, 24 de octubre de 2015

Hoy fue uno de esos días que no haces nada de provecho pero se te pasa el día volando.
Me levanté a las once de la mañana, para no perder la costumbre española. Me duché, estuve ordenando la habitación un poco y bajé a desayunar. Después de desayunar volví a la habitación a ordenarla y me senté en el escritorio a leer. Media hora después me llamaron para tomar el fika (es como sentarse toda la familia a hablar mientras tomas un tentempié, ya sea café con bizcocho, té o cualquier cosa). Pues yo me senté, tomé un café y un cacho de bizcocho de chocolate, a media hora de haber desayunado. 
Cuando se fueron todos volví a subir a mi habitación y encendí el ordenador. Media hora más tarde me llamaron para comer, pero me negué (de forma amable), pues no podía comer nada más. La tarde la pasé entre libros y salir a correr con Hakan (padre de Hanna) que le había pedido que me enseñase algún camino para entrenar.
Me duché, cenamos todos juntos y me metí en la cama. Y, aunque parezca mentira, fue uno de los mejores días desde que he llegado aquí.  


sábado, 24 de octubre de 2015

CAPÍTULO V: Imagine Dragons y la desesperación de trasnochar

Miércoles, 21 de octubre de 2015

Hoy no me importaba nada. Nada es que no me importó madrugar, no me importó el viaje, no me importaron las clases, no me importó la comida del comedor, nada... hoy fue el día del gran concierto.
Me levanté a las cinco y media de la mañana, desayuné, me preparé y salí de casa a coger el bus. Estuve leyendo todo el trayecto con lo que se me pasó volando el viaje. Ya en Täby cogí el último bus y llegué al instituto, pronto, pero no me importaba. 
A primera hora tuve Matemáticas, y me dí cuenta que España tiene mucho mejor nivel de matemáticas que Suecia. Después Francés, Matemáticas otra vez y por último Inglés. Esta última es una de mis favoritas por la profesora, que mujer más maja.
Al acabar las clases estuvimos esperando a Irina a que acabase las clases para ir todos juntos a Estocolmo. Cuando llegamos fuimos directos al Globen Arena Stadium (lugar del concierto), porque cerca hay un centro comercial que utilizamos para cenar (en el McDonalds, sí, pero al menos cenamos por un buen precio). Después ya fuimos directos al concierto. 
Cuando subimos a nuestro asiento (demasiado arriba para mi gusto) yo era un cúmulo de sentimientos buenos y malos imposibles de describir. Por un lado quería estar más abajo para sentir y aprovechar mejor el concierto, y por el otro quería que empezase de una vez y que no acabase nunca. Y cuando empezó y escuché todas esas canciones que tanto había oído con mis cascos y mi móvil, sentí un gran escalofrío que me dejó helado, no quería que pasase el tiempo para poder escuchar toda la vida a mi grupo favorito viéndolos cantar. Pero para mi desgracia acabó terminando, y no me quedó otra que tomármelo como una experiencia más.
Cuando por fín toda la emoción contenida se libero de mi me di cuenta que o cogía el bus que pasaba en media hora o ese día no dormía en casa. Entonces todos subimos un poco el ritmo y, no sé si por casualidad o no, llegamos.
A mi casa llegué a la una y media, y como al día siguiente tuve que madrugar, solo dormí 4 horas, pero mereció mucho la pena.

Jueves, 22 de octubre de 2015

Hoy me levanté a las cinco y media, y para mi sorpresa no estaba cansado. Me duche, me arreglé desayuné y salí de casa con Hanna para coger el autobús. Cuando me di cuenta de que estaba cansado fue en el bus azul, sí, me quedé dormido. 
A primera hora tuve Sueco (ya se mantener una pequeña conversación), a segunda tuve Química (donde me di cuenta que realmente la enseñanza de ciencias en España está mucho más avanzada que en Suecia en lo que se refiere a contenido)  y a tercera Matemáticas.
Por suerte para mi hoy acabé pronto (13:20) las clases y pude llegar pronto a casa (15.10). En el viaje estuve leyendo para entretenerme e intentar no quedarme dormido, lo cual conseguí.
Ya en casa tenía pensado salir a entrenar pero me fue imposible, pues estaba muy cansado, con lo que al llegar a casa me tumbé en la cama y me quedé dormido. Me despertaron para cenar. Cené, hablé con mi familia y mis amigos y me volví a meter en la cama porque al día siguiente NO tenía que madrugar, pero simplemente estaba cansado, me dolía la cabeza y quería que se acabase de una vez por todas el día.

 

martes, 20 de octubre de 2015

CAPÍTULO IV: Volvemos a la rutina

Lunes, 19 de octubre de 2015

¿Madrugar? Hace unos días recibí la noticia que tengo que madrugar todos los días excepto viernes, sábados y domingos, y con madrugar no me refiero levantarme a las ocho de la mañana, no no, me refiero a levantarme a las cinco y media cuando el sol no sale hasta las siete, con una temperatura de -3º a lo sumo, eso si que es madrugar.
Pues eso, que hoy tocó madrugar. ¿Y madrugar para que? Para empezar por segunda vez el bachillerato. Tuve clase de Inglés a las ocho y veinte con una profesora muy maja, después tuve clase de Francés con un profesor que me resulta demasiado difícil de describir, acto seguido un recreo de tres horas que pasé con Saúl y Antía en el centro comercial de Täby, concretamente en la tienda de Apple y para acabar una clases de biología en sueco...
Y así empieza mi vida aquí, un caos total, entre que para cada asignatura tenemos un aula distinta, con nuevos profesores, nuevos compañeros, nuevo idioma, etc... no me entero de la mayoría de las cosas. Espero adaptarme a esta vida, si no lo voy a pasar mal estos dos meses.
Al llegar por fin a casa salí a correr, pero claro, como aquí anochece como muy tarde a las seis y media de la tarde, pues ya me veis a mi, con una linterna en la cabeza, un chaleco reflectante y cagado de miedo por carreteras donde pasa un coche cada media hora. 
En resumen, el día de hoy fue un completo lío, de hecho no me dio para sacar ninguna foto, por lo que este día no tendrá contenido visual. Por el resto me lo pasé bien, apartando a un lado el cansancio.

Martes, 20 de octubre de 2015

Me levante a las cinco y media de la mañana. Desayuné, me vestí y salí de casa. Cogí la bici y fui hasta la parada de autobús pensando que me tocaba la mítica hora y cuarenta minutos de viaje, pero al llegar a la parada, Hanna me dijo que hoy nos llevaba el padre de una amiga, por lo que tardamos muy poco en llegar al instituto. 
Como tardamos tan poco en llegar al instituto tuve que esperar una hora a que empezasen las clases. Mi primera clase fue de Sueco, pero esta vez nivel bajo, con Antía, Saúl, Irina y Katarina como profesora. La segunda clase fue Matemáticas con una profesora muy maja. Después tuvimos otro recreo de dos horas y media porque en Biología tenían examen y los españoles no tuvimos que ir. En este gran recreo volvimos al centro comercial de Täby donde comimos. Para acabar lajornada tuvimos clase de Química, pero tampoco la tuvimos entera, porque nos dejó salir (no se muy bien la razón), esta clase duraba dos horas y treinta y cinco minutos y hoy solo nos duró una hora y cuarto.
Al salir de clase fui al autobús para volver a casa y en mitad del camino se puso a llover, entonces me acorde de que tenía que coger la bicicleta. Y como era esperado cuando llegué la bicicleta estaba toda mojada, con lo que fui todo el viaje de pie para no mojarme.
Para acabar el día cené, hablé con mis amigos y mi familia y me metí en la cama, porque sí, como era de esperar, al día siguiente tenía que madrugar...

My swedish class: I

Hi, I have a crash course of Swedish during this two months, and I want to share with you my progress because I think it's really interesting. So let's start.

Hej-----Hello
Hej då-----Bye
God morgon-----Good morning
God natt-----Good night
Hur mår du?-----How are you?
Bra/mycket bra-----Well/very well
Och du?-----And you?
Sov gott-----Sleep good
Frukost-----Breakfast
Lunch-----Lunch
Tack!-----Thank you!
Jag heter Gael-----My name is Gael
Jag kommer från Spanien-----I come from Spain
Jag bor i Lugo-----I live in Lugo
Jag är sexton år-----I am sixteen
Förlåt att jag kommer försent-----Sorry, I'm late
Förlåt/ursäkta-----Sorry/excuse me
Och---And 


Hola, durante estos dos meses voy a tener un curso intensivo de sueco, y me parece una buena oportunidad compartir mi progreso con vosotros porque pienso que puede ser muy interesante. Vamos a empezar.

Hej-----Hola
Hej då-----Adios
God morgon-----Buenos días
God natt-----Buenas noches
Hur mår du?-----Como estás?
Bra/mycket bra-----Bien/muy bien
Och du?-----Y tu?
Sov gott-----Duerme bien
Frukost-----Desayuno
Lunch-----Comida
Tack!-----Gracias!
Jag heter Gael-----Me llamo Gael
Jag kommer från Spanien-----Vengo de España
Jag bor i Lugo-----Vivo en Lugo
Jag är sexton år-----Tengo dieciséis años
Förlåt att jag kommer försent-----Lo siento, llego tarde
Förlåt/ursäkta-----Lo siento/disculpe
Och----Y

domingo, 18 de octubre de 2015

CAPÍTULO III: Primer fin de semana

Sábado, 17 de octubre de 2015

Y aquí empieza el fin de semana. 
Por un lado está bien, fin de semana, no hay clase, no hay que madrugar. Por otro lado no estas ocupado y te vienen recuerdos. Sí, eso a lo que los gallegos llamamos morriña.
Como ya dije, no tuve que madrugar, con esto me refiero a no despertarme antes de las ocho de la mañana. En cualquier caso me levanté a las nueve (casi hora de comer), y desayuné. La mañana fue muy tranquila, lo único que hicimos fue pasear y ver los míticos y típicos lagos de Estocolmo.


La tarde fue un poco más movidita. Cuando terminamos de comer, salimos hacia la casa de la bisabuela de Hanna, que cumplía 88 años. Allí conocí a toda la familia por parte del padre de Hanna, y, aunque parezca raro, los cumpleaños los celebran reuniendo a toda la familia como en España.
Después de estar un tiempo con la familia y comer "sandwich cake" (tarta de sándwich, típico postre sueco), cogimos un autobús (como no) dirección Estocolmo, donde cenaríamos con Saúl, Antía, Irina, Amy y Elin en un mejicano y ya después de cenar dimos un paseo por Estocolmo.
Finalmente cogimos otro autobús hacia Norrtälje (en el cual me dormí), para llegar a casa y dormir.

Domingo, 18 de octubre de 2015

Domingo... no se madruga. Me desperté a eso de las nueve, pero no tenía fuerzas para levantarme, por lo que estuve tumbado en la cama mirando al tendido sin hacer nada hasta las diez y media.
Bajé a desayunar (fui el último) y fui a ver los caballos. Que preciosidad de animales. Son cuatro; hay un potro, su madre, su padre y otro que tiene veintidós años. Al parecer los caballos los cuidan y los "alquilan" para carreras. Después de estar un rato con ellos dándoles de comer manzanas, fuimos a hacer una cosa que los suecos llaman ficka, que es como un tomar un snack con la familia y todos juntos. Entonces fuimos a la casa de los abuelos (que viven al lado) a tomar un ficka. 
Al acabar volvimos a casa, comimos y montamos mi nuevo escritorio (de Ikea), que nos llevó como media hora. Y aquí se acaba el fin de semana. Mañana por el contrario si que madrugo (cinco y media).
¡Por cierto!, que se me olvidaba, la mejor noticia del fin de semana es sin duda la siguiente. ¡Ya compré las entradas para el concierto de Imagine Dragons el 21 de octubre en Estocolmo!


sábado, 17 de octubre de 2015

CAPÍTULO II: Toma de contacto

Jueves, 15 de octubre de 2015

Aún no acostumbrado a madrugar, me quedé dormido: me tenía que levantar a las cinco y media de la mañana. No desayuné, pero no me importó. Cogimos la bicicleta dirección la parada de bus (unos diez minutos a ritmo moderado) y cuando llegamos dejamos las bicicletas apoyadas contra el tronco de un árbol sin protección anti-robos (un candado). Una vez subidos en el autobús llegamos al cabo de una hora y cuarenta minutos al instituto, donde Katarina (profesora de español y persona que se encarga de llevar a cabo el intercambio desde Suecia) nos explicó varias cosas:
Para empezar nos hizo una visita guiada por el instituto, el cual es impresionante y mucho mejor organizado que el nuestro. Después de acabar la visita tuvimos reunión con el director del centro, que nos habló de lo contentos que estaban del intercambio con España. Para terminar en el instituto fuimos a presentarnos a las otras personas extranjeras que estaban de erasmus en el instituto, que eran dos: un italiano y una canadiense, que me tienen que perdonar pero no me acuerdo de sus nombres.
Al cabo de un rato tocó el viaje a Estocolmo. Una de las ciudades más bonitas que mis ojos hayan visto nunca, edificios altos y con un estilo clásico, las calles estrechas hechas para los carruajes de caballos y entre barrio y barrio un río o lago que hacen de Estocolmo una ciudad emblemática. La parte vieja de la ciudad (Gamla Stan) es una isla centrada en Estocolmo.

En Estocolmo se entregan los premios Nobels, y como corresponde fuimos a visitar el museo de estos premios, entre otras cosas, como el ayuntamiento donde se hace la cena de gala o el lugar donde se entregan dichos premios.

Después de visitar todos estos museos, volvimos al metro y despedimos a Lorena (una de las profesoras de inglés del instituto que nos acompañó para acomodarnos hasta Suecia), para coger el tren y llegar a Täby (donde está el instituto). Ya en Täby, cogimos un bus rojo dirección Rosllags Näsby, otro bus dirección Norrtälje, y el último dirección Galltrop (parada más cercana de la casa de mis correspondientes). Llegué ya entrada la noche (seis de la tarde), cené (seis y media de la tarde), hablé con mi familia y con mis amigos y me acosté.

Viernes, 16 de octubre de 2015

Gracias a quien sea el que lo puso así, no tuve que madrugar, sin embargo Hanna si. Hablando de Hanna... no se si la conoceis. Hanna es la persona Sueca que me tocó en el sorteo, es decir, que me alojo en su casa durante dos meses, y ella hará lo correspondiente en España. Su familia es encantadora, pero ya os hablaré de ella en otra entrada. Vamos a lo nuestro:
Por fin viernes, diría yo en España, pero aquí es diferente, al menos de momento. Como aún no tuve clase, aún no hay rutina por ninguna parte, por lo que todavía no me acostumbre a seguir los días de la semana como en España. Además tengo un poco de miedo porque ya no queda nada para el fin de semana y no se lo que haremos.
Hoy, como ya dije no tuve que madrugar (si se le puede llamar no madrugar a despertarse a las ocho de la mañana), y por alguna casualidad de la vida (probablemente por poner una alarma más potente) me desperté a la hora correcta. Desayuné, me duché, me arreglé y salí de casa a coger la bicicleta. En este momento empezaba mi viaje de una hora cuarenta minutos de todos los días. 
Cuando llegué al instituto era un poco tarde, pero aun no había llegado Katarina, por lo que no pasó nada fuera de lo normal. Al cabo de unos minutos llegó, y nos fuimos mis compañeros españoles, ella y yo a hablar sobre algunos temas importantes a un aula.
Entre muchas otras cosas, hablamos de nuestros horarios a partir de ahora. Mi horario, en resumen, es un caos de clases y descansos repartidos por los días.
Al acabar de hablar con Katarina, volvimos a coger tren y metro hasta Estocolmo, pero en este viaje no fue tan impresionante como en el de el día anterior, ya que fuimos al museo de historia de Estocolmo. El museo no nos gustó tanto, al menos en el contenido, ya que lo pasamos muy bien haciendo el tonto (como de costumbre).
Estuvimos toda la tarde sueca en Estocolmo (desde las 12 a.m. hasta las 16 a.m.), y ya cuando era tarde cogimos nuestros correspondientes transportes públicos (en mi caso un metro, un tren y tres buses) y aquí ya por fin se termina el viernes.



miércoles, 14 de octubre de 2015

CAPÍTULO I: El viaje

A 14 de octubre de 2015 puedo decir que oficialmente ya estoy en Suecia. Cuando miro para atrás recuerdo todo ese papeleo y el estres y la carga que tenía por el mítico tópico de ir a Suecia, y por fin ya estoy liberado de todo eso.
¿Que puedo decir de mi primer día? Pues que fue claramente fuera de lugar. Idioma nuevo, familia nueva, compañeros nuevos, viajes nuevos, ciudades nuevas, todo nuevo, y es una experiencia que le recomiendo a todo el mundo vivir algún día. Obviamente es agobiante el no poder expresarte como te gustaría, pero espero integrarme correctamente y sentirme como uno más. 
El día de hoy fue como toma de contacto. Después de las despedidas, tocaron cinco horas de vuelos nada fáciles la verdad, pero que se fueron llevando. Al llegar todo fue bien, cada uno a sus respectivas casas, a comer, conocer y dormir. Al día siguiente de nuevo las clases, pero clases distintas y muy especiales, incluso me atrevería a decir extravagantes. Y ahora ya vuelvo a estar en casa, escribiendo esto mientras uno de los gatos de la casa duerme a mis pies. 
Y mientras me acuerdo de mi familia, de mis amigos (eso a lo que los gallegos llamamos morriña) despido esta primera entrada de este cual va a ser mi diario de abordo.
God natt!